A día de hoy, muchas personas y/o empresas todavía no comprenden la diferencia que surge entre estas dos técnicas. A continuación, definimos cada una de ellas:
Coaching: Maximizar el potencial personal y profesional de las personas a través de un proceso de acompañamiento concreto, con un único objetivo.
Mentoring: Desarrollo potencial de las personas mediante un procedimiento continuo que apoya trasladar conocimientos y aprendizaje por medio de la experiencia.
Mientras que un mentor intenta compartir todo su conocimiento con sus consejos y experiencia, el coach quiere que la persona consiga sus propias conclusiones.
Ambos factores son totalmente complementarios, no es necesario elegir una, sino que compaginando ambas modalidades se puede adquirir mayor desarrollo profesional y personal, es decir, es lo ideal.
Cada técnica sirve para lograr diferentes metas. El mentoring por ejemplo, nos ayuda a enseñar a un principiante para crecer, poder atraer y retener talento. En cambio, el coaching, sirve para tomar conciencia y proporcionar nuevos enfoques o perfectivas, para clarificar y priorizar objetivos.
Además, es importante que las empresas tengan en cuenta que el desarrollo de ambas técnicas bien enfocados y con un buen fin, pueden estar subvencionados, por lo que es fundamental tener un buen asesoramiento en gestión de ayudas para el crecimiento del talento en las organizaciones.
Autora: Saioa Lasa González