Lograr una mayor seguridad, calidad, transparencia y agilidad en la prestación del servicio de transporte público de mercancías y viajeros por carretera, así como disponer de los mecanismos de control de las actividades, productos o servicios que puedan tener un impacto negativo sobre el medio ambiente y el cumplimiento con los requisitos legales ambientales, contribuyendo en la consecución de un sistema de transporte sostenible.